Trucos y consejos para el cuidado de los cactus

Los cactus y las suculentas son plantas capaces de vivir en condiciones extremas de sequía gracias a su gran almacenamiento de agua.

¡Tenemos que conocerlas muy bien! Sus épocas de crecimiento, la exposición al sol que necesitan, el riego que se debe llevar a cabo o las enfermedades y plagas que pueden atacarles… Todos estos factores serán determinantes para que nuestras plantas estén sanas y, con ello, conseguir una floración ideal.

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Si navegas por nuestra web, podrás conocer todos los cuidados que cada planta necesita: luz, riego, si requiere abono o sustrato natural… Sin
embargo, para facilitarte un poco más esta información, hemos creado este artículo con unos consejos generales que podrás aplicar a tus cactus y
suculentas favoritos/as.

1. Exposición

La mayoría de los cactus y suculentas no son plantas de interior. Si habitualmente las tenemos dentro de casa es probable que crezcan con anomalías e incuben enfermedades.

La exposición al sol varía dependiendo de su espinación y/o lanosidad: una mayor cantidad de espinas ayudará a que la planta resista con más facilidad al sol.

Si quieres que tus cactus y suculentas sigan formando parte de la decoración de tu hogar, ten en cuenta los siguientes consejos:

• Intenta colocarlas con orientación al sur.
• Mantén la habitación con una buena iluminación, recibiendo el sol directamente a primera hora del día y última hora de la tarde.

¡Este último dato tenlo siempre en cuenta! Evita la exposición solar en las horas de mayor intensidad, ya que es posible que tus plantitas sufran quemaduras.

2. Sustrato

El sustrato es el elemento más importante que debes tener en cuenta a la hora de trasplantar tus cactus. Si los colocamos en tierras
que no son lo suficientemente porosas, corren un alto riesgo a que sus raíces se pudran y la planta termine muriendo.

La composición del sustrato varía dependiendo de la especie de planta que vayamos a cultivar. Por ejemplo, las Crassulas, los Astrophytum Asterias, los Ariocarpus y los Turbinicarpus deberán tener un sustrato compuesto por arena de río de diferentes granulometrías. Sin embargo, los Senecios y las Echeverias
pueden crecer perfectamente en un compuesto 100% orgánico.

Por lo general, un buen sustrato para nuestros cactus debería llevar:

• 70% de arena de río de diferentes granulometrías.
• 30% de humus.

El sustrato para las suculentas debería estar compuesto de:

• 60% de arena de río.
• 40% de humus.

3. Riego del cactus o suculenta

¿Cada cuánto tengo que regar mi planta? ¿Cómo sé si mi cactus necesita un riego? ¡Todas las plantas se me mueren!”

Estos comentarios se repiten frecuentemente en nuestras publicaciones. El riego es una técnica que iremos aprendiendo con la experiencia en el
cuidado de cactus y suculentas, pero nosotros vamos a facilitarte la tarea como mejor sabemos.

Hay que tener en cuenta una serie de factores en esto. Según estos, la frecuencia de riego en nuestras plantas cambiará:

• Ubicación:

No es lo mismo vivir en Málaga que en Pontevedra. El clima es totalmente diferente por lo que los cactus y las suculentas tendrán una frecuencia de riego distinta. Además, a la hora de regar las plantas también hay que tener en cuenta su época de actividad, en la que están activas. Por ejemplo, las Crassulas empiezan a despertar en otoño y, sin embargo, la mayoría de los cactus empiezan su estado vegetativo, de menor actividad, en esa época. Si las plantas están en tierra o en maceta: si se encuentran en tierra, un riego por semana será suficiente, evitando regar en invierno. Si por el contrario se encuentra en maceta, la frecuencia de riego sería la siguiente:

• Primavera y otoño

Cada 15 días, asegurándonos que el sustrato está completamente seco (truquito del palito).

• Verano

Una vez por semana, asegurando también que el sustrato está seco.

• Invierno

No regamos nada o, si acaso, una vez al mes siempre que las temperaturas superen los 10ºC.

• El material de la maceta:

Plástico o barro.

• La exposición solar

La causa principal de la muerte de los cactus y suculentas se debe a un exceso de riego. Si ves que la planta comienza a marchitarse o arrugarse, ¡dales un buen baño.

4. Abono

No es necesario abonar nuestros cactus y suculentas, aunque generalmente se hace dos veces al año, una en primavera y otra en otoño.

No todos los abonos resultan beneficiosos para las plantitas. Por ejemplo, un abono rico en nitrógeno aceleraría el crecimiento de estas de forma muy rápida, lo que causaría grietas en ella.
Además, la planta se volvería más débil para combatir plagas y enfermedades.

Una buena combinación de principios activos en un abono para cactus sería: N.P.K.4-4-8.

5. Plagas y enfermedades

Los cactus y las suculentas son plantas muy propensas a coger enfermedades y a recibir la visita de algunos enemigos.

La principal arma que tenemos para combatir esto con la prevención. ¿Cómo? Aplicando un fungicida y un insecticida de amplio espectro dos veces al año, una en primavera y otra en otoño. Si detectamos una plaga, la mejor solución es eliminar la planta con la tierra en la que estaba, ya que de esa forma evitaremos la propagación al resto de nuestra colección.

Los cactus y suculentas se caracterizan por vivir en condiciones extremas de sequía gracias a que pueden almacenar grandes cantidades de agua.

Lo principal es conocer bien a nuestras plantas: épocas de crecimiento, exposición al sol, sus necesidades de riego o las enfermedades que puedan afectarle son factores muy importantes para que nuestras plantas se encuentren sanas y así poder conseguir espectaculares floraciones.

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